Perrier

Saludable, elegante y refinada. Hablar del agua Perrier es hablar de salud, pero también es hablar de historia. Sin duda, esta agua mineral con gas es famosa por sus propiedades naturales y por la peculiaridad de que es un agua tan especial, que brota de su manantial de origen con gas. 

Fue Julio César quien la descubrió cuando sus tropas buscaban agua en la localidad francesa de Vergeze, próxima a la ciudad de Nimes, y que allí encontraron sus aguas en el manantial des Bouillenes. Ya en el siglo XIX, en el año 1863, Napoleón III publicó un decreto en el que le otorgaba al agua el reconocimiento de agua mineral natural, y desde entonces, se permitió su comercialización.

En 1898, Louis-Eugène Perrier, un médico francés, adquirió el manantial de des Boullenes en Vergéze e investigó más profundamente sobre las propiedades terapéuticas del agua. Ese mismo año, Perrier fue declarada de interés público. Desde entonces, el manantial lleva el nombre del célebre médico galo.

Y así, hasta nuestros días, el agua mineral con gas Perrier está reconocida como una de las aguas más saludables debido a sus propiedades terapéuticas. Además, su botella verde, creada en 1903, es una de las botellas más iconográficas de la historia y se distingue por su sabor único debido a su mineralización y sus burbujas naturales.